Agua utilizada en el proceso de limpieza industrial e institucional
El agua es un recurso indispensable para la industria farmacéutica, alimentaria y hospitalaria, Por mencionar algunos sectores donde tiene múltiples aplicaciones.
En general, el agua a menudo se toma a la ligera en la mayoría de las operaciones diarias de preparación y procesamiento industrial e institucional, sin embargo; el agua tiene una amplia variedad de usos en procesamiento, limpieza, saneamiento y fabricación. Además de ser un ingrediente y en muchos casos, se puede usar para varias otras operaciones, como para cultivar, descargar, flumear, lavar, arrastrar y en programas de higiene. Por lo tanto, la calidad del agua tiene un Impacto directo tanto en productos como en operaciones industriales e institucionales.

La importancia fundamental de la calidad del agua a menudo se subestima. Esta subestimación generalmente se convierte en la causa subyacente de varios problemas, como mal control y manejo del agua, fallas de operación en equipos, problemas de mantenimiento; pérdida de ingresos; Seguridad alimenticia; calidad del producto, fallas en programas de saneamiento e higiene, entre otros.
Durante las etapas de producción farmacéutica, alimentaria y saneamiento hospitalario intervienen aspectos químicos, microbiológicos y físicos del agua. Por lo tanto, para el control adecuado de la calidad en producción y saneamiento, es de máxima prioridad un estricto control de alérgenos que pueden amenazar la vida de las personas. Cualquier bacteria patogénica, virus y microorganismos puede producir toxinas, que actúan como posibles contaminantes del agua utilizada en la producción y saneamiento. A veces, las micropartículas de vidrio, metal o plástico presentes en el agua, pueden ser peligrosas y causar daños graves para los consumidores y programas de saneamiento e higiene industrial e institucional.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) es el ente gubernamental responsable de la operación del Sistema Hidráulico del Distrito Federal (SHDF); quien diseñó y construyó el Laboratorio Central de Control de Calidad del Agua (LCC), el cual cuenta desde su inauguración con las instalaciones y el equipo necesario para realizar los análisis físicos, químicos y biológicos de los parámetros que evalúan la calidad del agua potable, del agua residual y del agua residual tratada. así mismo la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) cuenta en su sitio oficial datos estadísticos de los últimos análisis por estado de la calidad del agua para uso y consumo industrial, institucional y doméstico.
Agua en Sanitización; “Agua como disolvente universal”
La limpieza es un término muy amplio. Cuando se utiliza en el contexto de; manipulación de alimentos, procesos de producción farmacéutica y saneamiento hospitalario, implica la eliminación completa de la suciedad y componentes visibles asociados utilizando agua y productos químicos detergentes mediante métodos o procesos apropiados, en las condiciones recomendadas. El primer paso más importante es enjuagar con agua para eliminar la suciedad visible. La limpieza también se refiere al lavado del equipo, instrumentos, contenedores, plantas de producción, maquinaria asociada, instrumental quirúrgico e incluso el personal que manipula dicho instrumental o maquinaria. Para efectos prácticos, la calidad del agua utilizada para la limpieza y el lavado debe ser similar o superior a la del agua potable.
Es fundamental diferenciar y definir ciertas terminologías en el contexto de limpieza industrial e institucional. La esterilización es la destrucción y remoción estadística de todos los organismos vivos, mientras que la desinfección se refiere a la reducción de microorganismos y objetos inanimados (virus) a través de la destrucción de las células vegetativas (no las esporas). Por otro lado, la definición oficial de sanitización de superficies en contacto con productos alimenticios, farmacéuticos y áreas hospitalarias dada por la AOAC International es un proceso que reduce el nivel de contaminación en un 99,999 % (5 logs) en 30 segundos.
El agua que será utilizada en cualquier proceso de desinfección. Se puede usar sola o se puede usar junto con algún agente químico para una desinfección efectiva. La desinfección química involucra el uso de desinfectantes químicos a una concentración y tiempo de contacto especificados. En la sanitización química, el agua se utiliza como medio o vehículo para una limpieza y sanitización más eficaz y eficiente. Por lo tanto; es imperativo comprender la química y la microbiología básicas del agua antes de seleccionar un compuesto de limpieza.
las características fisicoquímicas del agua pueden variar significativamente dependiendo de la fuente u origen del agua, además también puede afectar el rendimiento y eficacia del desinfectante. El agua utilizada para la limpieza debe ser de buena calidad tanto fisicoquímica como microbiológica. Las pautas microbiológicas recomendadas para el agua destinada a limpieza final deben tener un recuento total en placa de <500 ml -1, de coliformes. <1 mL -1, y psicotrofos,<10 mL -1 según lo indicado por el Instituto Internacional de Ciencias de la Vida.
El agua está involucrada en aproximadamente el 95-99% de las operaciones de limpieza y desinfección en producción farmacéutica, alimentaria y saneamiento hospitalario. El agua funciona como un vehículo para transportar el detergente o el desinfectante a la superficie, así como para eliminar la suciedad o contaminación de la superficie de instrumentos, maquinaria y personal calificado para su uso y operación. La efectividad de un detergente o desinfectante se ve drásticamente alterada por las impurezas presentes en el agua. La dureza del agua es la propiedad química más importante que tiene un efecto directo en la eficiencia de limpieza y desinfección.
Se denomina dureza del agua a la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua, en particular sales de magnesio y calcio. La NORMA Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994, Salud ambiental, agua para uso y consumo humano-Límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización, establece los limites máximos y mínimos permisibles en México.
La dureza del agua se mide en partes por millón (ppm). el consenso internacional en su clasificación es el siguiente; El agua que tiene una dureza de 0-60 ppm es agua blanda, de 60a 120 ppm es moderadamente dura y 120 a 180 ppm es agua dura. Esta característica química del agua, afecta en gran medida el rendimiento de los productos químicos de limpieza. La dureza del agua aumenta el consumo de detergente. Puede provocar la formación de micropelículas, incrustaciones o precipitados en las superficies de los equipos e instrumentos. La ignorancia en la comprensión adecuada de la química del agua puede traer consecuencias graves, pérdidas económicas significativas, incrementar el uso de agentes de limpieza o requerir mayor tiempo de contacto en procesos de limpieza.
El pH del agua es otro factor importante en la ecuación de limpieza, este parámetro varía generalmente de 5 a 8,5. Si bien, este rango no tiene consecuencias graves para la mayoría de los detergentes y desinfectantes, es posible que se requieran agentes amortiguadores adicionales para agua altamente alcalina o altamente ácida. El cloro es más efectivo a un pH más bajo. A un pH más bajo, se forman más iones hipoclorosos y esto aumenta la actividad antimicrobiana.
Cuando el pH del agua es de 8,5, la eficacia de la cloración se reduce significativamente. Si el agua utilizada es muy dura, es necesario tratar el agua adecuadamente antes de su uso. En general, el ablandamiento del agua se vuelve esencial para las aplicaciones de procesamiento y limpieza.
Si requieres profundizar en este y otros temas para llevar a cabo algún proceso de limpieza en la industria farmacéutica, alimentaria o programas de saneamiento e higiene hospitalario estaremos encantados de ayudarte. Escríbenos a info@brittek.mx y un especialista se pondrá en contacto contigo a la brevedad